LA PLANTA DEL ALGODÓN
Mostrando su rico don
como una rosa de nieve,
del aire al soplo se mueve
la planta del algodón
Hila y teje, niña mía,
su suave y nítida estopa,
que de ella se hace la ropa
que te cubre y atavía.
Después, cuando el tiempo alado,
rompe el traje que hoy te pones,
de sus rasgados jirones,
se hará un papel delicado.
Así nació de un fragmento,
de pobre y rasgada tela,
el libro que allá en la escuela
da luz a tu pensamiento.
¡Gloria! a la preciosa planta.
¡Gloria! al papel do se imprime
al ideal que se implanta,
y al trabajo que redime.
¡Gloria al inmortal Colón
y a la tierra americana,
en donde crece lozana
la planta del algódon.
Manuel Fernández Junco.
ESTE POEMA VA DEDICADO A MI ABUELITA MARGARITA CASTELLANOS VDA DE HEILBRON, (Q.E.P.D.) Quien hasta última hora la recitaba con mucho gusto y gracia